jueves, 22 de septiembre de 2011

Kukutza



El Ararteko, es una figura muy reconocida en una democracia real, pero hoy no tenemos una verdadera democracia.
Al defensor del pueblo, que actúa de oficio, como es su deber, se le menosprecia en su labor desde la “democrática” consejería de interior.
Afirmaciones tan sólidas, como, "No es un experto en seguridad"  las tiene  que calibrar el defensor del pueblo, cuando aboga por derechos fundamentales, porque para los políticos, el pueblo, es como en la edad media o el Despotismo Ilustrado “El pueblo”.
La desproporcionada actuación en el desalojo de Kukutza, tendrá la misma respuesta que se dio en el alarde de Hondarribia para privar de su derecho  a la compañía Jaizkibel y más concretamente a los derechos de la mujer.  Si me apuran un poco, como le vayan cogiendo el tranquillo los demás departamentos, nuestro Ararteko tendrá que hacer cursos de especialización, desde la quiromancia a la hípica.
Para ver, que el desalojo de Kukutza, ha sido desproporcionado con afán de notoriedad, no hace falta ser un experto en nada.
Los editoriales de la mañana y opiniones de  l@s  tertulian@s , argumentaban con el bypass del derecho a la propiedad.
Los unos, porque el gobierno de la noble villa, es de su partido, y los otros  porque el gobierno del Euskadi lo tienen en alquiler compartido o el de la patria en desalojo.
Bin Laden, tenía el derecho a la propiedad de la grandísima fortuna que le facilitaron sus asesinos. Eso no justifica un asesinato televisado.
Al  Alcalde Azkuna, también le parece muy lógico aislar un barrio de madrugada, con tanquetas y balas o bolas de goma que te pueden reventarte la cabeza ¡porque el enemigo estaba armado con piedras y lanzaba ladrillazos!
Además de que el campechano Alcalde, no tiene dudas de que detrás de todo esto está Bildu y la Kale Borroka (y ya sabemos de dónde viene todo esto).
Con todos mis respetos a su labor, Sr Iñigo Lamarca, con dos intervenciones en Intereconomia  del Sr consejero y el Sr Alcalde, cualquiera puede ser acusado incluso por opinar.
A tenor de las opciones que nos ofrecen  los poderes políticos, los que no somos hábiles experimentados e incluso pragmáticos, podemos ser acusados de cómplices por no compartir la  opinión del pensamiento único .

Recordaba unas palabras de Elías Querejeta,  en una frase entrañable “ La patria es la infancia y la infancia es mi pueblo.

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