sábado, 1 de octubre de 2011

Bilbao Capital Mundial Del Diseño




Bilbo 2014ko Disenuaren Munduko Hiriburua

Yo quiero que Bilbao sea elegida Capital mundial del diseño.
Es un deseo que tiene mi corazón partío por diversas razones.
Una de ellas, seguramente la más gráfica y la que mejor refleja los motivos de mi dolencia, es una cartera de lujo diseñada por la firma Loewe que hoy pone a la venta, para conmemorar su 50 aniversario en la capital.
La cartera en cuestión, incluso con su medallita de baldosa roseta, hubiera pasado desapercibida para mi atención en cualquier bazar de recuerdos de Bilbao, de no ser, por la grotesca puesta en escena.
El artículo, evidentemente tiene más afinidad con el dinero que con el diseño.El diseño será exclusivo, únicamente para 25 personas de notable poder adquisitivo y renombre en las tiendas Loewe.
Cuando Bilbao sea capital del diseño, será el momento de posar nuestra exclusiva cartera en una mesa de terraza, mientras gozamos del reflejo de los fuegos artificiales en los cristales de los modernos edificios de nuestro Botxo.
La transformación de Bilbao, comenzó con una crisis industrial y en la cuenta atrás del ansiado galardón, nuestra industria vuelve a padecer los mismos achaques. La nueva crisis es una enfermedad todavía desconocida en sus orígenes, pero se puede atenuar medicando con nuevos Expedientes de Regulación de Empleo.
Creo, que no hemos sabido crear un modelo alternativo aprovechando la cultura industrial y del acero, lo que nos hace dependientes y vulnerables frente a los países que aprovechando nuestro cambio, son ahora los productores a los que tenemos que comprar.
En éste momento, tenemos un Bilbao reluciente con diseño de Loewe, pero nuestro único baluarte en la producción de acero tiene que parar su producción.
Cualquiera puede echar mano al manido recurso de la crisis mundial. Pero lo cierto, es que Bruselas en su tiempo pagó para eliminar nuestra competencia industrial y hoy los países beneficiados, no tienen que parar su producción, porque son productores de hojalata, un producto muy exportable y con un alto valor añadido, un recurso que para bien o para mal hace muchos años que dejamos de producir en Bizkaia.
Cierto, que podemos pasear por los aledaños de las construcciones de firma mundial y estar orgullosos de los famosos restaurantes y carísimas tiendas que jamás visitaremos y debemos sentirnos orgullosos, puesto que el nuevo aspecto de la capital también se ha pagado con nuestros impuestos.
Quiero que Bilbao sea capital mundial del diseño y además deseo, que todo el potencial creativo tenga un impulso eficaz, no pagando fichajes extranjeros, sino aprovechando muchas de las capacidades de la cantera.
En mi condición de converso con el flamante modelo social que disfrutamos, humildemente me pongo con mi perorata en la cola, convencido de que solo del glamour, todos no podemos vivir.

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